Desayuno a lo alemán a las 6:30, por supuesto con huevos fritos café a la inglesa y para no perder las buenas costumbres... Momento MAGDALENA¡¡¡
A las 7:00 en el salón del hotel, una hora esperando a Daniel, nuestro guía... Había pinchado...Hakuna Matata.
Viaje de 5 o 6 horas (pierdes la noción del tiempo) hasta el parque nacional de Samburu en una especie de Vanette desde la que escribo estas notas por una carretera infernal, véase la letra*.
(*Nota: Obviamente en la transcripción al ordenador estos detalles se pierden).
De repente sin darte ni cuenta sales de la ciudad y ves AFRICA,
La época de lluvia está terminando. Acacias puntean el horizonte en todas las direcciones como simples arbustos o como descomunales paraguas que proveen de una sombra aquí o allí en el mar de hierba.
Son las 10:15 y empieza a paretar el calor. En la furgoneta se ha hecho el silencio, unos se dejan vencer por el sueño y otros se obnubilan con el paisaje de las enormes planicies, mientras al fondo las montañas son pereznes testigos de la vida de un país que, según Daniel, empieza a desarrollarse gracias a que hace 5 años entró un nuevo gobierno que está intentando generar infraestructuras y acabar con la corrupción.